El traductor público es un profesional universitario con un sólido e importante dominio del idioma nativo y
del idioma al que traduce. El mismo se encuentra altamente capacitado para traducir al español y al(los) idioma(s) extranjero(s) en el(los) cual(es) esté matriculado, documentos de carácter jurídico-legal, comercial-financiero, técnico y literario.
El traductor público puede oficiar de perito ante el Poder Judicial, como perito traductor público e intérprete, cuando el Juez requiera de su excelencia académica para dictar sentencia.
¿Qué significa que el traductor público esté matriculado?
El traductor público es matriculado cuando posee su firma y sello registrados ante el Colegio de Traductores Públicos y posee un número de matrícula, la cual lo habilita para firmar y sellar la traducción que ha realizado, certificando de este modo, su carácter de traductor público y la fidelidad de la traducción respecto del documento original. Esto es indispensable para que las traducciones sean válidas tanto en la Argentina, ante organismos oficiales como en el exterior.
Todos los documentos personales, como así también poderes, sentencias, certificados de antecedentes penales, actas, etc., que deban ser presentados en el exterior, deberán ser traducidos por traductor público matriculado.
Luego, la documentación deberá ser legalizada por el Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires, el cual certifica que la firma y sello del traductor público pertenecen a un profesional matriculado y que el mismo no posee sanciones.